El domo terrestre
El domo terrestre, también conocido como bóveda celeste es una estructura permeable con forma de semiesfera que cubre la superficie terrestre manteniendo la presión atmosférica.
Se trata de una superficie que se estima que llega a medir en su punto más alto unos 6000 - 7000 kilómetros y que puede varía su altura según la latitud terrestre.
Está compuesta de gases livianos pero que a esa altura y presión se encuentra en un meta-estado semisólido, actuando como una capa protectora semipermeable. El domo es el causante de la ocultación y salida del Sol, debido alcance máximo de la luz en el medio y a su ocultación debido a la perspectiva.
La claridad y oscuridad se deben al comportamiento de la luz en el domo atmosférico.
Expliación en el modelo heliocéntrico
En el modelo heliocéntrico el domo es llamado por la NASA como el cinturón de Van Allen. Nasa admits humans can't pass through the dangerous Van Allen Beltso NASA Van Allen Belts
Los siete cielos
El Sol y La Luna orbitan electromagnéticamente en el domo alto con las capacidades de energía libre debido a las bajas temperaturas cercanas al cero absoluto (0 Kelvin) y su alta carga electromagnética, que producen el fenómeno conocido levitación magnética. Y hacen que el movimiento Sol-Luna no pierda energía y se mantenga constante.
No se sabe que hay más allá de los domos, solo se puede especular pero ninguna nave ni tecnología humana las ha sobrepasado.
Se estima que distintos tipos de domos o cielos, a distintas altura. A grandes rasgos la mayor parte del aire atmosférico se encuentra en la atmósfera baja.
En las religiones como el Cristianismo a este concepto lo llaman los siete cielos.
Referencias en la Biblia
En la Biblia, particularmente en el Antiguo Testamento, se encuentran algunas descripciones de un "domo" o estructura celeste que cubre la Tierra. Esta interpretación se basa en textos que describen el cosmos desde la perspectiva de la cosmología antigua, que entendía la Tierra como una superficie plana con una orografía (montañas, valles, depresiones, llanuras), cubierta en gran perte por agua contenida dentro de un círculo, y a su vez en un cuadrado, con un domo superior el cielo y un domo inferior el infierno.
Algunas referencias que se han asociado con esta interpretación incluyen:
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Génesis 1:6-8 (NVI): "Y dijo Dios: «¡Que haya un firmamento en medio de las aguas, y que separe unas aguas de otras!» Y Dios hizo el firmamento, y separó las aguas que estaban debajo de él, de las que estaban encima. Y así fue. Dios llamó al firmamento “cielo”. Hubo tarde, y luego mañana: este fue el segundo día."
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Génesis 1:14-17 (NVI): "Dijo Dios: «¡Que haya luces en el firmamento del cielo para separar el día de la noche, y que sirvan como señales para marcar las estaciones, los días y los años, y que brillen en el firmamento del cielo para iluminar la tierra!» Y así fue. Dios hizo dos grandes luces: la mayor para gobernar el día, y la menor para gobernar la noche. También hizo las estrellas. Dios las puso en el firmamento del cielo para iluminar la tierra."
Estos pasajes, junto con otros, han llevado a algunos intérpretes a sugerir la existencia de un "firmamento" o "expansión" sólida que separa las aguas superiores e inferiores, con las estrellas, el sol y la luna colocadas en el firmamento.